La denuncia anónima: Por qué las empresas deberían permitirlo

5 razones por las que implementar canales de denuncia anónimos en las empresas
Murray Grainger
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Muchos de los grandes riesgos que acechan la reputación de las empresas suelen permanecer ocultos. Con frecuencia, los empleados no informan sobre irregularidades en su entorno laboral por miedo a ser descubiertos, lo que conlleva a que los problemas no salgan a la luz. Es en ese contexto, donde los canales de denuncia anónimos pueden animar a las personas a dar la cara y a revelar información valiosa antes de que sea demasiado tarde.

¿Qué es la denuncia anónima?

La denuncia anónima es un proceso mediante el cual las personas pueden presentar una denuncia sin tener que revelar su identidad. Para ello, las empresas deben garantizar que la persona que denuncia no pueda ser identificada por sus atributos personales (departamento en el que trabaja, dirección postal, número de teléfono, voz, estilo de redacción, etc.). Finalmente, todos los datos transferidos por la persona deben ser procesados y almacenados de forma encriptada.

 

Los whistleblowers o “informantes”, según el actual Proyecto de Ley de Protección de Informantes, son fundamentales a la hora de destapar infracciones en las empresas y deben ser protegidos con sistemas de información seguros y confidenciales para evitar cualquier tipo de represalia, como acoso o discriminación. Muchos empleados han sido testigos alguna vez de una irregularidad y han tenido la intención de comunicarla; pero, el miedo a ser descubiertos ha provocado que estas conductas ilícitas no saliesen a la luz. En este sentido, aportar la posibilidad de informar de forma anónima ayudará a promover una comunicación transparente y a prevenir daños económicos y de reputación.

Tipos de irregularidades que pueden ser informadas a través de un canal de denuncias

Las infracciones conllevan un incumplimiento normativo según una ley específica, como puede ser un delito penal, discriminación, fraude o casos de corrupción. Los Estados miembros de la Unión Europea ya están aplicando la Directiva Whistleblowing para proteger a los informantes con canales de denuncias internos que permitan la comunicación de infracciones de la legislación de la UE, como son el fraude fiscal, el blanqueo de dinero, los delitos relacionados con los contratos públicos, la seguridad de los productos y el transporte, la protección del medio ambiente, la salud pública y la protección de los consumidores y los datos.  

Un informante puede denunciar cualquier conducta que infrinja las políticas de riesgos laborales y que comprometan la seguridad y la salud de los empleados. A su vez, la gestión inadecuada o lucrativa de los activos empresariales, cualquier tipo de robo, o el acoso sexual, son graves infracciones que violan los derechos laborales y la integridad física y moral de las personas. 

En cuanto al tipo de denuncias anónimas, las más frecuentes están relacionadas con delitos tecnológicos, drogas, homicidio, explotación sexual, lucha antiterrorista, secuestro o maltrato. 

 

 

Cómo denunciar a una empresa de forma anónima

Todo ciudadano puede comunicar un acto ilícito que haya observado, no solo como derecho, sino como obligación ética y moral. Existen distintas vías a la hora de interponer una denuncia de forma anónima. Con la actual puesta en marcha de la Ley de Protección de Informantes, los canales de denuncias internos deben ser la primera opción para reportar una infracción, ya que, en primera instancia, se deben resolver los casos dentro de la empresa y dar una respuesta al alertador en la mayor brevedad posible. 

Se puede comunicar una infracción por teléfono, buzón, Internet o mediante el sistema más confidencial, un canal digital que permita la trazabilidad en la comunicación entre el informante y el gestor de las denuncias, con la mayor seguridad de datos personales, al permitirse la encriptación de toda la información. Si la compañía carece de un canal de denuncias seguro o no se gestiona el caso de forma correcta, el informante siempre puede acudir a fuentes externas, como la comisaría de policía, la Guardia Civil, los Tribunales o la Inspección de Trabajo.

 

 

¿Cuáles son los argumentos a favor de implementar canales de denuncia anónimos?

Es mejor para el informante

El anonimato ayuda a reducir el riesgo de que los alertadores sean descubiertos. Por lo general, la primera vez que un empleado quiere plantear una denuncia suele sufrir una gran incertidumbre. Puede, por ejemplo, temer represalias, así que hay que considerar el «acto de denunciar» como un paso realmente valiente.

Las investigaciones sugieren que los informantes prefieren utilizar canales anónimos. Según indica el Informe de Informe de Denuncia de Irregularidades 2019, en el caso de las empresas que ofrecían la opción de presentar denuncias de forma anónima, el 58% de las denuncias iniciales se presentaban en dicha modalidad.  

Si las organizaciones ofrecen a los trabajadores la posibilidad de permanecer en el anonimato al plantear sus preocupaciones, ayudan a crear confianza en el proceso mismo de denuncia. El objetivo es trasladar a los empleados el mensaje de que abordar un problema es más importante para ellos mismos y para la empresa que tratar de señalar a un compañero.

Los informantes suelen identificarse más tarde

Según el Informe sobre la denuncia de irregularidades de 2019, un tercio de las personas que eligieron presentar su denuncia de forma anónima también optaron por revelar su identidad durante la investigación posterior, lo que demuestra que las personas se sienten más cómodas una vez han ganado confianza con el proceso.

Es mejor para la empresa

Si un alertador experimenta miedo a las represalias, es lógico que denuncie menos. De ser así, la empresa termina perdiendo información de gran valor y los daños posteriores pueden ser significativamente mayores para la empresa. En este caso, permitir la denuncia anónima contribuye a destruir prejuicios y anima a un mayor número de personas a denunciar. Eso ofrece a las empresas un mayor grado de protección frente a riesgos difamatorios.

Evita denuncias abusivas

Una inquietud que se observa con frecuencia sobre los canales de denuncia anónima es el temor de que los alertadores puedan hacer un mal uso de ellos, como, por ejemplo, presentar denuncias falsas o difamatorias que pretendan perjudicar a empleados concretos o a la empresa en general. Sin embargo, una evaluación estadística llevada a cabo en el Informe sobre la denuncia de irregularidades de 2021 indica que la posibilidad de presentar denuncias de forma anónima no influye en la proporción de denuncias improcedentes.

Ya está disponible un sistema que garantiza la comunicación anónima

A la hora de implantar un canal de denuncia, las empresas disponen de una amplia gama de canales de denuncia para elegir. El buzón, un correo electrónico o las líneas telefónicas son sin duda los más rápidos y baratos de instalar, pero, aunque el anonimato de los informantes que utilizan estos canales puede conservarse, este no puede siempre garantizarse. En el caso del buzón, los alertadores deben tener mucho cuidado para no ser vistos al depositar su denuncia; los correos electrónicos pueden ser rastreados, y las voces telefónicas se pueden reconocer fácilmente.

Afortunadamente, ahora hay nuevos sistemas digitales en el mercado que protegen la identidad de los alertadores y permiten un seguimiento bidireccional. En caso de que la persona que gestiona la denuncia necesite información adicional, estos sistemas también facilitan que los alertadores envíen archivos y documentos de forma segura.

Canales de denuncia anónimos en el contexto del Proyecto de Ley de Protección de Informantes

¿Debo implementar un canal de denuncia anónimo en mi empresa a pesar de que el nuevo Proyecto de Ley de Informantes proteja mejor a los empleados?

Aunque el nuevo Proyecto de Ley de Protección de los Informantes no especifica cómo deben tratar las empresas las denuncias anónimas, deja claro que estas deben mantener sí o sí la confidencialidad de la identidad de los informantes (si esto no se cumple, las empresas se enfrentan a sanciones).

Nuestra recomendación clara es optar por la implementación de un canal de denuncia anónimo. Aunque el nuevo Proyecto de Ley de Informantes protege a los informantes de algunas situaciones delicadas (despidos o destituciones), no supone ninguna garantía contra otras consecuencias negativas consideradas más «irrelevantes», como las miradas en los pasillos o el hecho de que ya no te inviten a tomar algo después del trabajo. Si bien ninguna directiva o ley puede proteger a un alertador de estos comportamientos, el anonimato sí puede hacerlo. Así pues, hasta que no se produzca un cambio cultural global en el que los alertadores dejen de ser vistos como traidores y pasen a ser «héroes», el anonimato seguirá siendo una prioridad para su protección.

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Murray Grainger
Country Manager Spain & Portugal | EQS Group
Murray Grainger es Country Manager de EQS Group para España y Portugal y apoya a las empresas con sus programas de Ética y Compliance. En su función, asesora a los clientes sobre las mejores prácticas y procesos para proteger y mejorar el entorno laboral
A pesar de que a menudo la palabra denunciante tiene una connotación negativa, los denunciantes no son soplones o traidores. De hecho, pueden resultar enormemente beneficiosos para las empresas.